viernes, 22 de marzo de 2013

CARTA DE ROSEMARY

EN EL AÑO 2010.-

"Primeramente, permitir que me presente, pues en el año 2010 tendré 70 años y es posible que yo sea uno de vuestros residentes. Como es posible, que en ese momento sea incapaz de comunicaros mis deseos, aprovecho la ocasión que tengo hoy para hacerlo y deciros como querría que me cuidaseis si tuviera que pasar una larga estancia en el geriátrico.
- En primer lugar me gustaría conservar mi identidad: yo soy la Sra. Mills y  es así como deseo que se me llame. No quiero convertirme en "abuela" o "Rosa" o "la señora de la cama número 9", sino que quiero mantener el  nombre a que estoy acostumbrada, seguir siendo la Sra. Rosemary Mills.

-Una de las cosas más importantes para mí es la independencia, ¿Podré tener una habitación individual? Probablemente no, en tal caso, enfermeras, vigilad bien que las cortinas estén corridas alrededor de mi cama mientras me lavan o me visten.

-Si me tenéis que lavar aseguraros, por favor, que el agua esté caliente y no tibia. No soporto el agua fría para lavarme y todavía lo soportaré  menos cuando sea anciana. Poned mucha atención en secarme bien, no hay nada tan desagradable como sentirse medio mojado. Si me bañáis, cuidad mi intimidad y dignidad tanto como os sea posible. Tened la gentileza de calentar la toalla, os lo agradeceré. Al ser enfermera he cuidado siempre mucho mis uñas, por eso espero que  me las mantengáis siempre limpias y cortas; y es posible que necesite la visita del podólogo cada dos o tres semanas.

- Si no soy capaz de vestirme sola, espero que la enfermera que me cuide se esfuerce en cuidar mi apariencia. Me gustaría que pusiese mucha atención cuando conforme mis jerseys y mis blusas con mis faldas, mis chaquetas con mis vestidos. Que no me pongan medias viejas (o pantys) con carreras, que no permitan que la combinación asome por debajo de mi vestido, y por Dios, que no me anuden las medias debajo de las rodillas. Después una vez vestida, ¿podrán peinarme? ¡Ah, espero (seguro que no os olvidaréis) que me lavéis los dientes!

- Me gustaría ir una vez a la semana a la peluquería, pero que no se les ocurra ponerme en el pelo pasadores, cintas o turbantes de colorines.

-Algún día iré a la sala; si pudiésemos estar allí tranquilos, estoy segura que no es necesario dejar la televisión encendida todo el día sin preocuparse si alguien la está  mirando...

-Si tengo libros cerca cuidad que tenga mis gafas, sino me será imposible leer.

-Si en el momento de la comida, soy incapaz de cortarme los alimentos, confío en que lo haréis por mí. Si es preciso, no tengo  ningún inconveniente para comer con la cuchara siempre que me sirvan comida en un plato hondo y no en un plato llano que me obligaría ir a la caza de los alimentos. Me gustaría tener servilleta, aunque sea de papel, pero que no sea un babero...

- No os pongáis nerviosas ni manifestéis reprobación si vomito el té, impaciencia porque soy lenta, tampoco intentéis darme la comida a "cucharadas" antes de averiguar si tengo fuerza suficiente para hacerlo yo sola.

-Si me vuelvo incontinente ¿podrías seguir tratándome como un ser humano?.Absteneros de arrugar la nariz de asco cuando descubráis mis sábanas mojadas.

- No me tratéis nunca de "asquerosa", no me riñáis, ni me pongáis en una situación crítica pensando que lo hago a propósito. Deseo que se me proporcionen compresas o empapadores especiales y se abstengan de colocarme una sonda por razones puramente prácticas. No quiero pasearme con la bolsa de orina colgando, ya que sería objeto de la curiosidad de mis nietos y una molestia para mí. Me gustaría que me llevasen al WC regularmente, que me movilicen y no me dejen todo el día clavada en la silla con el pretexto de que es inútil ocuparse de una persona incontinente.

- Sería una muestra de gentileza por parte vuestra manifestar interés por mi familia, por las fotos que estén en la mesilla de noche o por mis nietos cuando vengan a visitarme, sin embargo me parecería poco caritativo que me preguntéis por qué mi familia no se ocupa de mí o por qué mi hijo y su familia no me tienen con ellos. Puede ser que esté demasiado disminuida para que puedan cuidarme, o quizás no están dispuestos a hacer el esfuerzo, pero sea cual sea la causa no deseo que me planteen estas cuestiones.

- Seré feliz si puedo salir de vez en cuando, hacer una excursión en el minibús para ver los árboles en flor, las ovejas en primavera, el mar en verano o sencillamente instalarme en el jardín cuando el tiempo lo permita.

-Cuando esté en el geriátrico mi mundo será muy reducido, permitidme que participe de vuestro mundo. Habladme de vuestra familia, de vuestros amigos, de vuestros días de fiesta. Dejadme que hable de mi vida privada, fingid si hace falta, que os interesáis cuando yo os repita lo mismo que dije ayer y anteayer.

- Pensad que si una enfermera joven se casa o da a luz un niño, poder ver a la novia en todo su esplendor o al recién nacido, será para mí un acontecimiento digno de ocupar mi pensamiento durante semanas.

- Mis deseos y necesidades pueden pareceros ilimitados y no son más que exigencias banales y normales: 

                             . quiero tener afecto,
                             . quiero estar bien alimentada y
                             . tener una persona amable que se ocupe de mí.

-Estoy segura, querida enfermera y colega, que ya utilizas todos estos principios que se han enunciado, pero, los deberéis transmitir igualmente a las enfermeras jóvenes ya que de aquí al año 2010, yo quiero estar atendida por expertas, que sean igual de amables que conscientes profesionales. Al fin al cabo ¿vosotras no desearíais esto mismo si tuvieseis que estar un largo período en un hospital?




 ROSEMARY MILLS


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