Que mis manos sepan acariciar
sin hacer prisionero a nadie
de ellas...
que sepan dar sin recibir
y recibir sin poseer...
Que mis ojos sepan ver
el camino de la verdad...
que no les cierre el miedo,
ni el dolor...
que sepan ver a los demás
sin odio, sin ira, sin rencor...
Que mis oídos siempre
estén abiertos...
para quienes necesiten
contar sus alegrías,
o su dolor...
Que mi boca sirva
para sembrar y aliviar,
y nunca para herir
o destruir a los demás...
Para que nunca traicione
a la verdad...
Que mi corazón sepa dar calor
y refugio ,
que sea generoso en perdonar,
preparado para comprender,
y compartir con los demás...
Que mis pies corran
para buscar la Paz...
y que eviten los caminos
agrietados, que solo llevan
fines injustos.
Que respeten siempre
las huellas de los demás...
que sepan estar siempre
para quienes los necesiten...
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