Yo amo a mi pueblo.
Todos los años digo
Todos los años digo
¡ ya no vengo!
Pero siempre regreso.
Aunque sus calles estén desiertas
y la soledad llegue a los huesos
a pesar de todo aquí regreso.
Aunque nada encuentre
aunque no encuentre algo
de lo que dejara de niña
cuando me fui de mi pueblo.
Con su obelisco en el medio
con los niños corriendo
que eran la alegría
y el futuro del pueblo.
Aunque sus calles estén desiertas
y la soledad llegue a los huesos
a pesar de todo aquí regreso.
Aunque nada encuentre
aunque no encuentre algo
de lo que dejara de niña
cuando me fui de mi pueblo.
Con su obelisco en el medio
con los niños corriendo
que eran la alegría
y el futuro del pueblo.
Si tardas en volver
más casas vacías encuentras
unas derrumbadas
donde tenia que haber vida.
Los niños salieron del pueblo
la alegría se había ido
por las calles
sólo el agua corría.
Sentí nostalgia, pena
y pensé:
¡ no vuelvo !
pero siempre regreso.
Aunque ya no hay carros,
ni burros, ni trillos
y el campo
se va muriendo.
Se marchó el segador
llevándose su hoz
y con el se fueron
su sabiduría y sueños.
Ya el grillo enmudeció
el cuclillo y el mochuelo
ahora solo se oyen
grandes maquinarias
que hacen vibrar al suelo
son los cosecheros
algunos ni son del pueblo.
Volví a decirme
¡ ya no vuelvo !
pero siempre regreso.
Pero hay cosas que no cambian
en mi pueblo
su nombre, sus gentes y ese hermoso cielo.
Y aunque vaya a ver el mar
que me gusta y me encandila
siempre dejo algún día
¡ para regresar a mi pueblo!
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